Al idioma
Español hay que quererlo harto pero no tanto, no como para casarse con él o
prometerle fidelidad. Más bien quererlo como a un buen amigo, uno al que le
cuesta socializar por sus múltiples estados de ánimo.
Se sabe que aquí en España lo quieren mucho. Cada que una expresión de otra lengua se vuelve de uso común la bañan a baldados con Español castizo, y no solo en los mundos fabulosos del arte, que ya es imperdonable, sino también en los asuntos más terciarios de la vida cotidiana.
Se sabe que aquí en España lo quieren mucho. Cada que una expresión de otra lengua se vuelve de uso común la bañan a baldados con Español castizo, y no solo en los mundos fabulosos del arte, que ya es imperdonable, sino también en los asuntos más terciarios de la vida cotidiana.
En fin, puede no ser un capricho sentimental o un enjuague de la RAE. Escritores reputados de otras tierras, que alguna vez se establecieron aquí en la península, ya explicaron el amor ciego de los españoles por el Español mucho mejor que yo:
S. Maugham, por ejemplo, que era francés, se fue diciendo que «la mayor
obra literaria de los españoles no era El Quijote sino el diccionario». O
Guillermo Cabrera Infante, cubano -después nacionalizado británico- estudioso
del idioma, cuando recordó en su columna de El País, allá en 1987, algo que
olvidamos de nuestra viva lengua muerta: «El Español es demasiado
importante para dejarlo en manos de los españoles».
Todo esto para decir que de ese Español mezquino ya tengo historias aquí en Madrid. Alguna ya está a medio escribir. En estos días la posteo.
Todo esto para decir que de ese Español mezquino ya tengo historias aquí en Madrid. Alguna ya está a medio escribir. En estos días la posteo.
Andrés G. Borges
colombiano de colombia que por estos días aprendí una palabra de tus pagos hijueputa! lindo articulo hijueputa!
ResponderEliminarJajajaja! qué grande Paula, no necesitas aprender más! Gracias por leer boluda!
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